¡Nos hemos mudado! Síguenos en www.laarquitecturadelobjeto.com
Y muchísimo más en Facebook: www.facebook.com/laarquitecturadelobjeto
Y en Twitter: @LADO_blog
Y muchísimo más en Facebook: www.facebook.com/laarquitecturadelobjeto
Y en Twitter: @LADO_blog
Como ya anticipé en la página de La arquitectura del objeto en Facebook, os quiero hablar del "Cradle to Cradle". Es un concepto que descubrí hace poco, y del que ya se está hablando como la base de una nueva Revolución Industrial.
"Cradle to Cradle" se traduce literalmente por "de la cuna a la cuna". Es una nueva concepción de las bases ecológicas, basándose en la biomimetización de los procesos industriales. Parte de la base de que en la naturaleza no existen residuos, sino que todo forma parte de un ciclo perfectamente equilibrado. Dice que el ser humano no es dañino por su cantidad, sino porque no sabemos interrelacionar nuestra actividad con la naturaleza de forma amigable. Como le escuché hace unos días al Dr. en materiales Javier Peña -: "Las hormigas son más y no por ello más dañinas".
"Las hormigas son más que nosotros, y no por ello más dañinas". Javier Peña. |
El término "Cradle to Cradle" (también "Cradle2Cradle" o "C2C") fue acuñado en los años 70 por el arquitecto suizo Walter R. Stahel, relacionándolo con la construcción sostenible. El modelo actual se basa en procesos industriales investigados por la Agencia de Incentivación de la Protección Medioambiental (EPEA) en la década de los 90. El modelo se impulsó a partir del año 2002 gracias al libro "Cradle to cradle: Remaking the way we make things", escrito por el arquitecto estadounidense William McDonough y el químico alemán Michael Braungart.
En la actualidad, el término "Cradle to Cradle" está protegido como un sistema de certificación asignable a la industria en un amplio abanico de posibilidades. Se puede certificar un material, un producto, un proceso, o incluso toda una empresa.
Logo de la certificación "Cradle to Cradle". |
En el modelo C2C, todos los materiales usados en procesos industriales son separados en dos categorías: nutrientes técnicos y biológicos. Los nutrientes técnicos están estrictamente limitados a elementos "no tóxicos", elementos sintéticos sin efectos negativos sobre el Medio Ambiente, que pueden utilizarse en continuos ciclos sin perder sus cualidades. Los nutrientes biológicos son materiales orgánicos que, una vez usados, se pueden descomponer de forma natural.
El modelo implica un control exhaustivo del proceso industrial del producto, de los materiales que lo componen, de la gestión energética etc., con el fin último de no producir ningún tipo de residuo. Los cinco puntos principales a cumplir para obtener la certificación C2C son los siguientes:
- Se debe identificar la composición química de los materiales utilizados en el proceso industrial, no pudiendo ser dañinos para el medio ambiente.
- Se deben poder aprovechar y reutilizar los materiales, tanto de desecho, como aquellos que componen el producto definitivo.
- Se deben utilizar energías limpias.
- Se controla el uso del agua, evitando su contaminación y derroche.
- Se defienden unas prácticas laborales justas.
Esquema de funcionamiento del "Cradle to Cradle". |
Hoy en día ya hay muchas empresas, productos y materiales certificados como C2C. Implica un gran esfuerzo, una reestructuración de los procesos industriales, pero el resultado es altamente beneficioso. Cada vez se valoran más las prácticas medioambientalmente sostenibles y estamos girando en esa dirección.
Con respecto al diseño de productos, un ejemplo es la silla de oficinas "Think" de Steelcase. Ha sido diseñada respetando de forma íntegra cada paso en el ciclo de vida del producto: elección del material, proceso de fabricación, transporte, uso y final de vida. El 37% de la silla está hecho de material reciclado, y el 98% es reciclable en peso. Se puede desmontar fácilmente, pudiendo ser reciclada diferenciando materiales.
Silla "Think" de Steelcase. Certificada con un C2C Gold. |
Sobre la utilización de materiales ecoamigables, podemos poner como ejemplo desde aquellas empresas que utilizan tintes de origen orgánico en sus productos, hasta laboratorios que desarrollan nuevas opciones. La que más me ha llamado la atención es este nuevo concepto de plástico: el plástico oxo-biodegradable. Quizás es debido a la mala imagen que tiene este material, considerado como uno de los más dañinos para el medio ambiente.
Espero que esta entrada os ayude a ver que otro futuro es posible, y que os anime comprobar que ya hay personas andando hacia esa dirección.
¡Nos hemos mudado! Síguenos en www.laarquitecturadelobjeto.com
Y muchísimo más en Facebook: www.facebook.com/laarquitecturadelobjeto
Y en Twitter: @LADO_blog
Y muchísimo más en Facebook: www.facebook.com/laarquitecturadelobjeto
Y en Twitter: @LADO_blog